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Salud y redes sociales: cómo lograr que actúen en favor del bienestar
El Día Mundial de las Redes Sociales nos invita a reflexionar sobre su impacto en nuestras vidas y a utilizarlas de manera consciente y segura.
Cada 30 de junio se celebra el Día Mundial de las Redes Sociales. Esta efeméride tiene como objetivo destacar la importancia de que las redes sociales sean una herramienta que mejore la comunicación interpersonal y permita mantenernos informados.
El origen de esta celebración se remonta al año 2010, cuando el empresario fundador de ‘Mashable’, Peter Cashmore, propuso esta fecha para reconocer el impacto de las redes sociales desde su aparición y la masificación del internet que hizo posible su crecimiento. Estas plataformas han conectado a usuarios de todo el mundo, facilitando el acceso a información y entretenimiento, así como la conexión con personas de intereses similares, sin importar la distancia entre ellas.
Las redes sociales, como Facebook, Twitter (ahora llamado X), YouTube, LinkedIn e Instagram, han transformado la comunicación y se han convertido en un nuevo canal para todas las generaciones. A través de estas estructuras virtuales, las personas pueden conversar, compartir imágenes, comentarios, videos e intercambiar información con otros usuarios, organizaciones y empresas.
Pero, ¿cómo podemos poner las redes sociales al servicio de la salud?
¿Qué tipos de entornos pueden crear las redes sociales que beneficien a nuestra salud? Sobre esta cuestión, el doctor Julio Mayol, cirujano y jefe de Cirugía del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha profundizado en su obra ‘La salud y las redes sociales‘ (LID Editorial). En ella, explora desde diversas perspectivas la intersección entre las redes sociales y el campo médico. Además, desde una visión completa, práctica y actualizada, explica cómo se han convertido en potentes herramientas para la comunicación entre médico y paciente, la formación de nuevos profesionales o la educación y empoderamiento de los pacientes.
- Tipos de redes sociales: El libro describe qué son las redes sociales, los distintos modelos de negocio y cómo se pueden utilizar en el ámbito de la salud.
- Formación y aprendizaje: Las redes sociales pueden ayudar en la formación de nuevos profesionales y favorecer la investigación conjunta sin límites geográficos.
- Seguimiento de enfermedades: Se han utilizado para rastrear patrones de propagación de enfermedades y crear canales directos entre profesionales y pacientes.
- Apoyo a pacientes y familiares: También se han creado entornos para que pacientes y familiares se informen y se apoyen durante el proceso de enfermedad.
Las redes sociales «han transformado la forma en que intercambiamos información relacionada con la salud, haciéndola más accesible y menos asimétrica. Permiten una difusión más amplia de ideas, conocimientos y fomentan el intercambio entre los profesionales y con los pacientes. Esto facilita la creación de comunidades y grupos que pueden resultar importantes para mejorar la toma de decisiones. Sin embargo, como toda herramienta tiene sus riesgos», alertaba Mayol en una reciente entrevista concedida a La Razón.
Para el doctor, el mayor peligro es la difusión de información falsa o engañosa capaz de manipular los estados de opinión o promover comportamientos no saludables. «Las mentiras son altamente infecciosas en las redes sociales», lo que puede llevar a la toma de decisiones de riesgo. «Las mentiras son altamente infecciosas en grupos humanos conectados y se ha demostrado que esto puede desestructurar comunidades y grupos sociales. Por eso es imprescindible la participación responsable de los profesionales sanitarios», enfatizaba el facultativo.
Pero también las redes sociales pueden servir como herramienta de salud pública, especialmente en la detección y manejo de epidemias o pandemias. De hecho, diferentes estudios científicos han demostrado tanto su utilidad para la predicción de brotes como la facilidad para hacer llegar mensajes a grupos de interés y difundir información a la población, como ya sucediera durante la pandemia. Durante la pandemia, España fue uno de los países que utilizó activamente las redes sociales para informar sobre el COVID-19. Aunque el caso más paradigmático fue el de Nueva Zelanda. Con 5 millones de habitantes, solo 21 fallecidos y sin nuevos casos, este país liderado por Jacinda Ardern actuó rápido, con eficacia, unidad y empatía, cerró fronteras, comunicó muy bien a través de redes sociales y priorizó la salud
El rol de las RRSS en el ámbito laboral
Si lo trasladamos al ámbito laboral, una gestión cuidadosa de las redes sociales puede potenciar el bienestar en la organización.
- Mejora la eficiencia de la comunicación interna gracias a plataformas como Slack, Microsoft Teams o Yammer. Además de permitir una comunicación eficiente y rápida, favorece la colaboración, intercambio de ideas, el aprendizaje continuo entre compañeros, lo que fomenta la transparencia y participación.
- Nos hace más atractivos al talento: Las redes sociales han revolucionado el reclutamiento de talento. LinkedIn, por ejemplo, permite a los reclutadores buscar candidatos con habilidades específicas y establecer contacto directo con ellos. Además, evaluar la personalidad y la cultura de un candidato a través de su perfil en línea es más accesible.
- Facilita la gestión de la reputación: La imagen de una empresa es más vulnerable que nunca debido a las redes sociales. Los clientes pueden expresar sus opiniones públicamente, afectando positiva o negativamente la reputación de la empresa. Pero del mismo modo, nos ayuda a atajar posibles crisis de comunicación que generen incertidumbre entre los colaboradores.
- Contribuye al desarrollo profesional: Las redes sociales también contribuyen al desarrollo profesional de los empleados, permitiéndoles aprender, conectarse con colegas y mantenerse al día con las tendencias en su campo.
