¿Por qué un enfado nos lleva a decir o hacer cosas de las que nos…
El cerebro feliz según Mila Cahue
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- admin
- 2 diciembre 2015
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- Bienestar emocional
El Cerebro Feliz es el nuevo libro de la Doctora en Psicología y especialista en Psicología Clínica, Mila Cahue. En él nos enseña a equilibrar nuestra mente y nos da las claves para identificar nuestras emociones y poder así reconducirlas hacia un estado de felicidad. La entrevistamos para saber en qué consiste este proceso.
El Cerebro Feliz es un manual para dirigir nuestra propia mente y conseguir el bienestar emocional, ¿depende solo de nosotros el ser felices?
La felicidad es una experiencia absolutamente subjetiva, y no significa lo mismo para todos, ni se produce de la misma manera. En ese sentido, depende absolutamente de nosotros. Hay gente a la que le ocurren cosas maravillosas y, sin embargo, no es feliz, bien porque no las percibe, bien porque no las valora. Otros, con pequeñas cosas se sienten muy satisfechos.
Algunos te dirán que depende, en parte, de cómo te salgan las cosas en la vida. Llevándolo a nuestro campo, hay empleados que aseguran disfrutar mucho con su trabajo, otros no tanto, ¿tú dirías que podrían darle una vuelta de tuerca y conseguir bienestar emocional aprendiendo a manejar las emociones?
Sin duda, se van a sentir más capaces y seguros, y eso es muy satisfactorio. Quizás eso no cambie su percepción de si les gusta o no su trabajo, pero sí les ayudará a tomar una decisión sobre si pueden cambiarlo o no. Si pueden hacerlo, hacia dónde; y en caso contrario, cómo abordarlo de otra manera. Lo importante es sentir que nos estamos gestionando a nosotros mismos, en contextos concretos, de la mejor manera posible.
En el libro nos das una clase magistral sobre el funcionamiento del cerebro y todas sus herramientas, ¿cómo de importante crees que es conocerlas bien de cara al ámbito laboral y al rendimiento de los trabajadores?
Es importante conocerlas en todos los ámbitos. Es difícil separar unos de otros. Imagina que nos dijeran que nos metamos en un coche sin que nadie nos explique para qué sirven los pedales, el volante, la palanquita que hay al lado del asiento, los retrovisores, las luces A veces vivimos así, aprendiendo las cosas de manera casi intuitiva. Pero sería mucho mejor si nos explican claro para qué está cada pieza en su sitio, y cómo se utiliza. Si además aprendemos a hacer combinaciones de experto con esos elementos, el viaje es sin duda mucho más gratificante. Al menos se minimiza bastante la probabilidad de quedarnos en la cuneta. Entre otras cosas, sabremos que cuando ciertas luces se encienden en el salpicadero, hay que hacer lo que corresponda. Es muy ineficaz pararse a echar gasolina cuando las luces nos indican que hay que inflar una rueda. Algo parecido pasa con las emociones y otras señales de nuestro cerebro, y cómo solemos gestionarlas.
Es muy común entre los trabajadores dejarse llevar por las emociones en una jornada laboral con mucho estrés, ¿crees que esto sería menos habitual si pusieran en práctica las claves que aportas en tu libro? ¿Qué es lo primero que deberían llevar a cabo para ser más racionales?
En realidad lo que pretendo es que haya un equilibrio entre lo racional y lo emocional. No podemos evitar sentir, en este caso estrés, si la jornada ha estado marcada por eventos extremos. Si identificamos correctamente que estamos estresados, probablemente nos demos un paseo, o iremos al gimnasio antes de llegar a casa. De esta manera, toda esa energía acumulada no saldrá en forma de escopeta descontrolada cuando nos encontremos con nuestra familia. Eso sería un buen ejemplo de gestión eficaz de las emociones. Hay gente que piensa que consiste en no sentirlas, cuando se trata más bien al contrario: de sentir, identificar correctamente, y dar una respuesta adecuada. Si no sentimos, no gestionamos las situaciones.
¿El ejercicio físico influye a la hora de ser más racional, no dejarse llevar por las emociones y conseguir una mente más equilibrada?
El ejercicio físico es fundamental para muchas funciones de nuestro organismo y una de ellas es para ayudarnos a liberar mucha de la energía emocional que se acumula y que encuentra una buena salida con la actividad muscular. Una vez que lo hacemos, estamos sin duda en mejores condiciones de poder pensar, reflexionar, planificar y, en última instancia, decidir. Esto no es ser más racional, sino más equilibrado.
Además, también nos dices que la nutrición afecta en nuestro bienestar emocional, ¿comer mal nos hace infelices?
Hay muchos tipos alimentos, o en cantidades inapropiadas, que tienen una influencia directa en nuestro estado de ánimo. Tenemos que aprender a manejar correctamente lo que nos resulta gratificante a corto, medio y largo plazo. Hay cosas que nos satisfacen a corto plazo, pero que a largo plazo nos hacen sentir francamente mal, como el donuts de chocolate que nos comemos cuando estamos a dieta. A veces, superar ese hábito de ceder ante una apetencia, y observar los resultados a largo plazo, nos hace sentir mucho más felices y más eficaces. Genera mucha autoconfianza. El tipo de alimentos, a qué hora se ingieren, y en qué cantidades son clave para que el cuerpo utilice la comida de manera óptima y, consecuentemente, proporcione una sensación de bienestar. Un cerebro lleno de vida es un cerebro feliz.
Queremos comentar un apartado de tu libro que nos resultó curioso, el de la comunicación. Nos enseñas factores de la comunicación verbal y no verbal para aprender a comunicarnos sin distorsiones. ¿Solemos malinterpretar lo que nos dicen dependiendo de quién nos lo diga?
Solemos malinterpretar lo que nos dicen dependiendo de los filtros que aplicamos nosotros. Percibimos la realidad a través de nuestras experiencias, nuestras ideas, nuestras expectativas. Si alguien no nos gusta, quizás aunque sea amable podemos interpretar un doble sentido en su actitud. Tenemos que estar atentos también a si tenemos que cambiar algunos de esos filtros o, simplemente, hacer limpieza de vez en cuando. En ocasiones nos ayudan a enfocar, pero en otras nos distorsionan la realidad hasta la hilaridad.
¿Los malentendidos en la comunicación pueden afectar a nuestro bienestar emocional? ¿Es importante entonces aprender los matices de la comunicación verbal y no verbal y ser racionales a la hora de escuchar y ser escuchados?
Los malentendidos en la comunicación suelen hacernos mucho daño, porque frustran expectativas, y no se consigue conectar fácilmente con las otras personas. Es importante aprender el qué, el para qué, el por qué, el cuándo, el cómo y el quién de nuestra comunicación. Aunque parezca muy complejo, cuando se practica con regularidad es algo automático y muy agradable. Para aprender a escuchar, más que racional, hay que ser emocional, o mejor, un equilibrio entre ambos aspectos. Hay que comprender cómo siente el otro, cómo se siente uno mismo, y qué podemos hacer para que ambos nos sintamos mejor en un contexto determinado. Cuando se actúa con la razón como copiloto de la emoción, los resultados suelen ser bastante satisfactorios.
En el libro comentas que los errores son fundamentales y son el camino a la felicidad, ¿cómo podremos conseguir no desmotivarnos cuando las cosas salgan mal?
Primero, sintiendo la punzadita de rabia. Luego, si es posible, reírnos de nosotros. La mayoría de las cosas no suelen ser tan graves. También es importante no echar continuamente la culpa a los demás, de lo que sea. Cuando antes coja uno las riendas de las situaciones, mejor se sentirá. Y, por supuesto, cultivar la actitud de ¿qué es lo que tengo que aprender en esta situación? porque, definitivamente, si supiéramos hacerlo, no nos habríamos equivocado. Cada error nos da la oportunidad de aprender y de ser mejores, en lo que sea. Y con una sonrisa es mucho más bonito y elegante.
Para terminar, como Doctora en Psicología, ¿está muy ligado el rendimiento laboral de los trabajadores con el bienestar emocional de estos?
Absolutamente. Contar con trabajadores motivados, enfocados en su tarea, que obtienen satisfacción en lo que hacen y se sienten capaces de hacerlo bien, creativos y resolutivos, puede contemplarse sin duda en la cuenta de resultados.
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Comment (1)
Adela Ramírez
23 Jun 2022Me parece muy acertivo el libro y además mucho que aprender.