Con motivo del Día Mundial de la Salud, celebrado cada 7 de abril, repasamos las diez tendencias que marcarán el rumbo del bienestar laboral en los próximos años. Si desde el nacimiento de Mi Empresa es Saludable hace una década hemos vivido una auténtica revolución, ahora os avanzamos los hitos que supondrán una auténtica transformación de los centros de trabajo en materia de salud mental, física y emocional.
La postpandemia trajo consigo una creciente preocupación por la salud mental. Las plantillas reivindican ahora, con más fuerza, medidas a favor de la misma. Y las empresas toman nota.
Cada vez son más las que habilitan planes para prevenir riesgos de salud mental en el trabajo, así como para promover esta en el ámbito laboral y apoyar a los trabajadores con trastornos mentales. Servicios como los de asistencia psicológica 24/7, totalmente gratuitos, se han popularizado. De hecho, hoy en día, hablar de felicidad laboral es hablar de salud mental.
Sin embargo, promover esta última no solo depende de garantizar un servicio de apoyo psicológico o de crear una atmósfera de trabajo positiva. El bienestar mental se procura también a través de la cultura, de las emociones.
La música, el arte o la literatura sirven como herramienta terapéutica (y está demostrado por diversos estudios o ensayos clínicos) en medicina, pero también actúan como revulsivo, pues mejoran el desempeño de quienes las disfrutan.
De hecho, ya se habla de musicoterapia en el ámbito laboral para reducir el estrés o crear una atmósfera que invite a la colaboración: debido a su gran carga emocional, actúan como medida de alivio y de prevención en el bienestar mental.
Alimentar el espíritu puede ser una propuesta transgresora en un mundo dominado por los algoritmos.
La biotecnología es hoy una herramienta clave, de hecho, en nuestro país representa un sector estratégico en pleno apogeo.
Contribuye a un futuro más sostenible, a garantizar la seguridad alimentaria y al desarrollo de la medicina preventiva. De hecho, gracias a los avances en biotecnología se pueden abordar, por ejemplo, la detección precoz y tratamiento desde fases incipientes de enfermedades con una gran incidencia, como el Alzheimer.
Acelerar este tipo de innovación significa dar una respuesta más rápida a todas aquellas dolencias que recortan la calidad de vida de las plantillas.
Quizás en un futuro próximo, y gracias a dichos avances, desde algo tan sencillo como un reconocimiento médico de empresa se puedan detectar enfermedades mentales severas en una fase primigenia.
La flexibilidad es hoy en día un factor decisivo para quienes buscan empleo. Es, por tanto, una palanca hacia la atracción de talento y, muy especialmente, joven y femenino.
Y es que, entre los cinco hitos del bienestar de una mujer en su carrera profesional aparece la flexibilidad. También entre las prioridades de los millennials a la hora de aceptar una nueva oferta de trabajo. La jornada de cuatro días, el modelo híbrido de presencialidad, la posibilidad de trabajar en base a objetivos y no a horarios cerrados… Todo suma a la hora de favorecer un entorno profesional altamente flexible.
El otro gran caballo de batalla de la presente década es la conciliación. Esta se cuela en los primeros puestos del ranking de necesidades de las plantillas en nuestro país, pues desean más facilidades para equilibrar su vida personal, familiar y laboral.
De hecho, se trata de un factor que tiene una influencia decisiva sobre la salud física y mental de los y las trabajadoras. La sensación de no llegar a nada ni a ningún sitio es un caldo de cultivo perfecto para la aparición del estrés, la ansiedad o el cansancio crónico, cada vez más habituales en nuestra sociedad.
Afortunadamente, cada vez son más las empresas que se suben al carro de la conciliación. Y cada vez más las medidas puestas en marcha por la Administración para favorecer esta posibilidad, como los nuevos permisos retribuidos para familias.
Servicio de fisioterapeuta, zonas deportivas en las instalaciones, pases gratuitos o a un precio ventajoso para el gimnasio, formación para una ergonomía saludable… Las fórmulas en favor del bienestar en los centros de trabajo e incluso fuera de ellos se multiplican.
¿La razón de esta tendencia? Se ha comprobado cómo dichas medidas reman a favor de plantillas sanas. Es decir, como posibilitan la reducción de los niveles de siniestralidad o de bajas por enfermedad temporal.
De hecho, algunas grandes empresas han comenzado a invertir en lo que se denomina people analytics: la obtención de datos en tiempo real sobre la salud de los trabajadores y mediante dispositivos wearables, con el fin de adoptar mejoras que aumenten su calidad de vida.
A esto se suma una importante oferta basada en hábitos nutricionales o de alimentación saludable. Esta va desde la formación a la puesta a disposición, por parte de las empresas, de menús personalizados, a la carta, con el fin de mejorar los indicadores de salud de cada miembro de la plantilla.
Teniendo en cuenta que un bistec vegano impreso en 3D arrasa en uno de los restaurantes más sofisticados de Londres, pensar en un servicio de restauración con alimentos impresos a la carta, gracias a tecnología asequible, parece más real y cerca que nunca dentro de las organizaciones.
Hasta hace poco no se hablaba de estos tres conceptos. Hoy, forman parte del ADN de numerosas empresas que quieren plantar cara a fenómenos como el edadismo o la discriminación con motivo de la orientación sexual. A estas se suman las acciones cada vez más habituales en favor de la igualdad entre hombres y mujeres, que trascienden aquellas de obligado cumplimiento en virtud de una legislación cada vez más garantista.
Lo cierto es que las políticas de IDE son tendencia ahora mismo y tienen visos de crecer con el paso de los años. El fin es lograr la plena integración e inclusión en las empresas. Porque en la variedad radica el éxito de las actuales organizaciones, también de la sociedad.
En una sociedad como la española, donde la generación más numerosa, la del Baby boom está no muy lejos de jubilarse (ahora tiene entre 45 y 59 años), parece más necesario que nunca fortalecer las plantillas a través de la diversidad.
El impacto de las jubilaciones masivas, a la vuelta de la esquina, sobre la economía y el mercado laboral son ya un tema de debate. Garantizar la sostenibilidad del sistema es el primer objetivo. Pero no el único. También lo es incrementar el bienestar de las futuras plantillas, aquellas que liderarán los millennials y zetas, en minoría respecto a sus antecesores y con una mayor carga como cuidadores.
Canal de denuncias, equipos de mediación, portal digital del empleado… La escucha activa y positiva se convierte en la base de toda empresa. Y de todo liderazgo que quiera ser transformador. Porque gracias a esta, las organizaciones tienen la oportunidad de mejorar su ambiente laboral, imprescindible para favorecer la salud mental de las plantillas.
Pero no solo eso, de una escucha activa depende procurar a los equipos de trabajo exactamente lo que necesitan para ser más eficientes y eficaces, más productivos.
Se ha convertido en tendencia en los dos últimos años, cuando la espiral inflacionista puso en jaque el poder adquisitivo de las y los profesionales. Se trata de brindar información sobre cómo sacar mayor partido al sueldo a través de conceptos como la retribución flexible o beneficios corporativos. Es decir, brindar a las plantillas contenidos de valor añadido, que les ayuden a recortar gastos y aumentar su posibilidad de pago.
Este tipo de educación financiera suele ofrecerse en píldoras informativas, presenciales u online. Y normalmente acompaña a planes de beneficios gracias a los cuales los y las profesionales pueden disfrutar de ventajas económicas como seguros grupales de salud, planes de pensiones, etc.
Aunque hablar de automatización es hablar del día a día de muchos sectores y departamentos, constituye una asignatura pendiente para muchos otros. Por ejemplo, los departamentos de RRHH y de gestión del bienestar.
Sin embargo, maximizar la eficiencia y acabar con tareas repetitivas y de escaso valor añadido pasa por la automatización y digitalización de procesos, incluidos los de gestión. Estos pueden evitar la sobrecarga de las plantillas con tareas poco gratificantes y motivadoras, dejando margen a otro tipo de actividades que suponen un mayor incentivo y nivel de bienestar para las plantillas.
Capacitación en torno a la incertidumbre. Esta tendencia irrumpe con fuerza y se torna cada vez más importante en las empresas.
No en vano, este tema será uno de los que se aborden en el próximo encuentro de empresas pioneras del bienestar que organiza MEES. Gestión del cambio y bienestar: convertir la incertidumbre en oportunidad, es el nombre de la ponencia que tratará de brindar las claves, de la mano de Marta Josa, fundadora de Execua, para desarrollar esta capacidad. Y es que, incluir la resiliencia como cualidad de los equipos de trabajo es apostar por el bienestar de las plantillas en un mundo cada vez más volátil.
La última de las tendencias que marcarán el futuro del bienestar laboral versa sobre la construcción de espacios de trabajo más amables. No ya diseñados para preservar la integridad física de las plantillas, sino para promover hábitos saludables y favorecer la higiene mental y emocional.
A estos espacios, que han de servir como escenarios para experiencias de convivencia y colaborativas, deben sumarse otras medidas. Por ejemplo, las diseñadas para procurar la desconexión digital, con el fin de preservar el descanso de los empleados.
Toda empresa con ánimo no solo de crecer, sino de perdurar, debería conocer estas tendencias para intentar implantarlas. Porque su futuro pasa por el bienestar del talento que la hace posible.
