1- INCLUYE 3 RACIONES DIARIAS DE VERDURA. Son alimentos bajos en calorías y llenos de vitaminas, pigmentos y minerales. Además portan gran cantidad del agua que necesitas.
2- DUERME DE 7 A 9 HORAS CADA NOCHE. La cifra es muy variable e individual. Se recomienda una media de 8 horas, pero mucha gente está perfectamente con 6 y otros, si no duermen 10, no son personas.
3- REFLEXIONA Y MEDITA. Dedica un rato cada día a pensar cómo ha sido tu jornada, qué te ha gustado, qué podrías cambiar, preguntate a ti mismo sobre tu vida, tus influencias y tus amigos.
4- GUARDA DE 30 A 45 MINUTOS AL DÍA PARA ESTAR AL AIRE LIBRE. Hay estudios que avalan la necesidad de salir a tomar el aire todos los días, preferentemente en un medio natural o un parque urbano. Si el ejercicio que haces es en exteriores; ya tienes tu ración diaria, pero si vas al gimnasio no te olvides de salir y que te dé el sol.
5- ENTRENA TU CEREBRO. La actividad mental es igualmente esencial en una vida plena. Las neuronas pierden agilidad si no se les exige algo más que la actividad cotidiana. La lectura es un método sencillo que puedes complementar con la resolución de ejercicios como los sudokus o crucigramas.
6- BEBE 2 LITROS DE AGUA AL DÍA. No hay estudios sólidos que avalen que necesitas beber más, salvo que tengas algún problema renal, ni tampoco que hayas de beber menos. Lo lógico es tomar el agua que te pida el cuerpo, que para eso tiene sus mecanismos de regulación, más que imponerse un volumen diaro.
7- HAZ EJERCICIO 30 MINUTOS, 5 VECES A LA SEMANA. Tu cuerpo está diseñado para el movimiento y tus músculos van reduciéndose si o los usas lo suficiente. Además del ejercicio aeróbico, el que tradicionalmente se recomienda, es muy importante el trabajo de fuerza, sobre todo en edades avanzadas, ya que es el único que permite conservar la densidad ósea y el que más hace por conservar el tejido muscular.
8- COME 2 PIEZAS DE FRUTA AL DÍA. Te hidratan, te dan vitaminas hidrosolubles y contienen antioxidantes que te protegen de los radicales libres.
