“Promover la salud mental implica una visión integrada de salud, relaciones sociales, inclusión laboral y acceso a la formación”

El estudio “La situación de la salud mental en España”  plasma que cuatro de cada diez personas en España (39,3%) valora de forma negativa su salud mental actual. ¿Cuáles son los factores para la inclusión de este colectivo en el ámbito laboral?

La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA y Mutua Madrileña acaban de publicar su ‘Informe sobre el estado de los Derechos Humanos en salud mental, 2023’, en el que, por noveno año consecutivo, y a través de la financiación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, expone las vulneraciones de los derechos de las personas con problemas de salud mental.

Amparado por la tarea del Observatorio Estatal de Salud Mental, Derechos e Igualdad de SALUD MENTAL ESPAÑA, este informe da cuenta de que el cuidado de la salud mental se explica en el ejercicio de los derechos de cada uno y cada una; y se diluye cuando estos derechos son vulnerados. Como señala el presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA, Nel González Zapico, “se pone a disposición el recurso práctico, pero también se ofrecen pensamientos para que, como sociedad, evolucionemos en derechos”. Al respecto, explora que se trata de “aquellos derechos que las personas con problemas de salud mental siguen sin ejercitar, ya que no se dan las garantías reales que lo posibiliten”.

En términos de la generación de buenas prácticas, el objetivo de esta publicación es que las personas con problemas de salud mental y su entorno conozcan cuáles son sus derechos, comprendan cómo hacerlos valer, e identifiquen qué instrumentos jurídicos y sociales están a su disposición para que ello ocurra. Porque el Estado del Bienestar no sólo ha de proveer una atención de calidad a todas las personas con problemas de salud mental que los requieran, sino que, se indica en el informe, han de articular cauces eficaces para prevenir su proliferación en un sistema que ha dejado al descubierto sus debilidades.

El estudio concluye que un 74,7% de la población considera que la salud mental de la sociedad española ha empeorado, y pone de relieve que tiene un fuerte impacto en el estado de bienestar de la persona, en todos los ámbitos de su vida.

Colectivos especialmente vulnerables

En el informe ‘La situación de la Salud Mental en España: 2023’ se identifican una serie de perfiles vulnerables, como las y los jóvenes, las mujeres, las personas de clase baja y media-baja, el colectivo LGTBIQ+, las personas con dificultad para llegar a fin de mes, las personas con incapacidad laboral y las personas que consumen drogas.

 La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA reivindica que todas las personas participen de la conversación implica una vida integrada en la sociedad, desde su convivencia familiar, las relaciones sociales normalizadas, el acceso al empleo y a una formación. Porque la inclusión auténtica se da de la mano de una genuina igualdad de oportunidades.

Así a día de hoy aún existen barreras invisibles alzadas por el estigma y la ignorancia, generalmente unidas, impiden a las personas con problemas de salud mental ejercer sus derechos y ser incluidas en los procesos de toma de decisiones en igualdad de condiciones con las demás. Como señala Mental Health Europe (MHE), entidad que agrupa a más de 3.000 ONG y asociaciones de salud mental en toda Europa, las personas con discapacidades psicológicas y sociales suelen tener dificultades para acceder a los servicios de apoyo adecuados, una realidad que se ha visto aún más agravada por la pandemia.

De este modo, según la experta Tina Minkowitz, se tiende a excluir y confinar a las personas con discapacidad psicosocial en espacios segregados. De ahí la importancia de efectuar, entre otros aspectos, un análisis ambiental, es decir, sobre el diseño e implementación de medidas que permitan crear entornos más inclusivos para las personas con discapacidad psicosocial, especialmente cuando han estado sometidas a experiencias traumáticas, y con especial énfasis en el ámbito laboral.

¿Qué vulneraciones de derechos se suelen producir por falta de accesibilidad psicosocial?

Algunos ejemplos de vulneraciones a este respecto son, entre otras:

Una carencia en general de:

• Tiempos y apoyos adaptados a la persona para procesar la información y responder.
• Comunicación sensible y adaptada.
• Ajustes razonables y figuras de apoyo, según las preferencias de la persona, incluida la asistencia personal mediante la metodología de apoyo entre iguales.

Falta de una completa garantía de los derechos a la vida y a la salud por:

• La carencia de espacios de consulta profesional abiertos.
• La ausencia de cauces reales de participación para que las personas afectadas puedan velar por la anulación de las prácticas coercitivas en la atención, en todas sus fases: planificación, puesta en marcha, análisis y evaluación.
• La no consolidación de una cultura de trabajo orientada a la no coerción, que incluya la reflexión y debate permanente y la conciencia de responsabilidad entre los y las profesionales sobre el comportamiento ético con cada persona.
• La falta de una voluntad de rediseñar los espacios de hospitalización y la organización de profesionales y actividades, con orientación hacia la acogida, evitando el exceso de normas y reglas, y detectando aspectos hostiles que generen desconfianza a las personas y puedan hacerlas sentirse amenazadas.
• La carencia de unidades con pocas camas, hogares-sala, con ambiente terapéutico y tranquilizador, que promuevan relaciones que generen confianza, en los que la gente se sienta acogida, con la existencia de habitaciones de confort y sensoriales. Estos espacios se han de dotar de profesionales en número, cualificación y condiciones laborales adecuadas.

Dificultades para acceder y mantener el empleo por:

• La ausencia una cultura del trabajo que favorezca una buena salud mental y tenga en cuenta los factores intralaborales de carácter psicosocial que la ponen en riesgo. Esta cultura del trabajo ha de promover factores protectores que favorezcan la salud mental de las personas empleadas, conservando la estabilidad y brindando herramientas para afrontar las situaciones complejas que surjan en el contexto.
• La falta de promoción de actuaciones planificadas destinadas a lograr cambios individuales y estructurales que contribuyan a eliminar las barreras que dificultan o impiden el acceso al empleo y mantenimiento del mismo por parte de las personas con problemas de salud mental. Como parte de este plan de actuaciones, se habría de efectuar un análisis ambiental y rediseñar los espacios y la organización de profesionales y actividades, orientándolos hacia la acogida.
• Dificultades de acceso a la educación en todos los niveles, por desconocimiento de las especificidades de la accesibilidad psicosocial en este ámbito. σ Proliferación de barreras de acceso a la justicia. En definitiva, las vulneraciones se extienden a todos los ámbitos de la vida de la persona.

Accesibilidad psicosocial en el empleo

Para favorecer la accesibilidad psicosocial, la entidad empleadora ha de disponer de un plan de medidas para abordar los factores intralaborales de carácter psicosocial. Entre ellas:

• Análisis ambiental, el diseño de los espacios y la organización de profesionales y actividades orientados hacia la acogida y la inclusión.
• Promoción de factores protectores que garanticen dicha accesibilidad psicosocial (programas y políticas organizacionales para el establecimiento de sistemas de apoyo, horarios de trabajo flexibles, regulación de la intensidad del trabajo, los ritmos, las cargas y las exigencias o creación de un clima de seguridad psicosocial, entre otros).
• Garantizar la disposición de un puesto totalmente adaptado para asegurar la accesibilidad psicosocial de la persona trabajadora/empleada con problemas de salud mental.