¿Es suficiente con ser un gran lugar para trabajar? Voxel, empresa tecnológica con sede en Barcelona, impulsa el movimiento Great Places to Grow, una iniciativa cuyo objetivo es transformar el lugar de trabajo en un lugar de crecimiento personal para promover una sociedad más consciente y sana.
A mediados de la década de 1980, nació el movimiento Great Place to Work para identificar y certificar las organizaciones que promovían excelentes entornos laborales. La creación de este sello surgió a raíz de un reportaje de Robert Levering, periodista especializado en los conflictos laborales. Inicialmente, la intención de Levering pasaba por elaborar una lista con los peores espacios de trabajo, pero esta idea fue rechazada sus editores. Sin embargo, sí dieron luz verde para investigar cuáles eran las mejores empresas.
A partir de ahí, se sucedieron cientos de entrevistas a miles de empleados en la más estricta confidencialidad. El éxito del proyecto dio lugar a un libro y, posteriormente, a una empresa consultora cuyo objetivo es apoyar a las organizaciones a lograr mejores resultados a través de la cultura de confianza, alto desempeño e innovación. Pero ahora empresas como Voxel, Best Workplace los años 2019 y 2020, aboga por evolucionar el modelo hacia una nueva era: la del bienestar y felicidad laboral.
En palabras del presidente de Voxel, Xavier Ginesta, “la consciencia empresarial está en auge y, fruto de ello, el propósito superior y la colaboración están tomando el mando, frente al ánimo de lucro y la competencia, como motores de la economía, dando lugar a un nuevo tipo de organizaciones, orientadas al bienestar y desarrollo personal de sus empleados, y preocupadas por su impacto positivo en la sociedad y en el planeta.”. Con ello, surgen nuevos estilos de liderazgo, centrados en el crecimiento de las personas, que impulsan las organizaciones a atraer talento altamente cualificado y motivado por el propósito compartido con la compañía.
“Ser una empresa rentable y que a la vez la gente esté a gusto en ella no sólo es compatible, sino que es altamente deseable. De hecho, es indisoluble, “si el objetivo final es la felicidad, no se puede separar la parte profesional de la humana”, detalla el presidente de Voxel.
Y es que, según Ginesta, en la medida que los salarios superan ampliamente el umbral de supervivencia, el talento se mueve cada vez más por propósito y menos por dinero, con lo que los candidatos en búsqueda de empleo empiezan ya a buscar un lugar de trabajo donde puedan crecer y sentirse realizados. Según la «Guía para acabar con la desmotivación laboral en tu empresa» elaborado por Cobee, factores como la conciliación y la flexibilidad, el ambiente laboral y la cultura empresarial son cada vez más determinantes, no únicamente para permanecer en una compañía, sino para aceptar una nueva oferta de empleo.
“Aunque cambiar de trabajo no es una elección sencilla, especialmente cuando te encuentras en tu zona de confort y mantienes una rutina diaria, somos seres orientados hacia el sentido, anhelamos entender por qué y para qué hacemos las cosas y si lo que hay detrás de lo que hacemos se alinea con nuestros propósitos personales en la vida y con nuestros valores”, señala.
Precisamente, algunas de las causas que indica el informe que explican el auge de la desmotivación laboral son la falta de proyección, la ausencia de valores con los que alinearse y la falta de reconocimiento.
Para contribuir a este cambio de paradigma empresarial, deben darse simultáneamente dos aspectos: por un lado, es necesario invertir en desarrollo profesional para crear una organización de alto rendimiento. Por otro lado, la existencia de “una concordancia entre los valores y las capacidades necesarias, que proporcione predictibilidad y confianza. La alineación tanto cultural como competencial es la que define el concepto de A-Player, la persona adecuada en el puesto adecuado”.
Otras de los factores para construir este nuevo modelo son:
