Un año de la baja laboral por menstruación y una escasa incidencia

Los primeros doce meses desde la aprobación de la medida han dejado cifras mínimas. ¿El impacto ha sido menor al esperado?

La posibilidad de solicitar una baja por dolor de regla despertó un intenso debate en ciertas esferas de nuestro país, también la indignación de muchos por el impacto que este derecho pudiera provocar sobre la gestión empresarial en organizaciones o ámbitos feminizados. 

Sin embargo, solicitarla no es tan sencillo, se debe contar con un diagnóstico de dismenorrea secundaria o lo que es lo mismo, que el intenso dolor venga asociado a una patología como puede ser la endometriosis. 

De hecho, a doce meses de la entrada en vigor de las bajas por menstruación incapacitante, se habían contabilizado poco más de 1.400 bajas al respecto en total, con una duración media de tres días, según datos del Ministerio de Inclusión. Y todo cuando el porcentaje de mujeres con reglas dolorosas e incluso incapacitantes se estima mucho más alto en nuestro país.

Para ciertos expertos y expertas, el temor a posibles represalias por parte de algunas organizaciones o el pudor a señalar la causa de la baja están detrás de la escasa incidencia que ha tenido, por el momento, la medida.  No en vano, El Correo Gallego informaba de que en la CCAA solo se habían contabilizado cinco bajas al mes por este supuesto, y en Extremadura cinco exclusivamente, según El Periódico de Extremadura.

Qué dice la ley sobre la baja laboral por menstruación 

En España, la baja laboral por menstruación es una medida relativamente reciente. De hecho, solicitar la baja laboral por menstruación o por regla dolorosa es posible desde el 1 de junio de 2023. La Ley Orgánica 1/2023, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, otorgaba así un nuevo derecho a las mujeres en relación con su salud.

Concretamente, la ley habla del derecho a solicitar una baja laboral por menstruación incapacitante secundaria. 

Pero ¿qué es el dolor menstrual incapacitante? La baja se concede a mujeres que sufran dolores menstruales graves que les impidan realizar sus actividades laborales con normalidad. De hecho, es necesario obtener un certificado médico que acredite el dolor menstrual incapacitante para solicitar la baja laboral.

De esta forma, el hecho de que se defina como menstruación incapacitante secundaria y que necesite de valoración médica, evita que dicha patología pueda emplearse de forma arbitraria, pues precisa de un diagnóstico previo por parte del médico o médica de cabecera, que comprobará la existencia de causas secundarias (endometriosis, miomas, etcétera) y podrá diagnosticar una dismenorrea secundaria, es decir, fruto de problemas o enfermedades que afectan a la salud reproductiva, como la endometriosis o los quistes. 

Este derecho supone un reconocimiento oficial de los dolores menstruales como una causa válida de baja laboral, lo cual representa un avance significativo en la visibilidad y la comprensión de los problemas de salud específicos de las mujeres.

Información clave de la baja laboral por menstruación:

Duración: La duración de la baja puede variar según la severidad del dolor y la evaluación médica, pero en general se espera que sea una baja temporal y de corta duración.

Cobertura: Esta baja laboral está cubierta íntegramente por la Seguridad Social, desde el primer día, asegurando que las mujeres reciban una compensación económica durante su ausencia laboral.

Beneficios para la salud y el bienestar: La medida busca mejorar el bienestar de las mujeres, permitiéndoles tomar el tiempo necesario para recuperarse sin la presión de tener que acudir al trabajo en condiciones dolorosas.

Impacto en el ámbito laboral: Las empresas pueden necesitar adaptar sus políticas de recursos humanos para gestionar estas bajas de manera efectiva y garantizar que las mujeres no enfrenten discriminación o estigmatización.

Cambio cultural: La implementación de esta medida puede contribuir a un cambio cultural más amplio, promoviendo una mayor comprensión y empatía hacia los problemas de salud que enfrentan las mujeres.